La historia interminable.

Inma Díaz.

Al segundo día atravesaron el País llamado “Utopía Posible”. Sus árboles tenían formas, hojas y cortezas distintas. Sus fuertes ramas se estiraba, daban cobijo y sombra. Era un hogar donde los animales ya no tienen miedo. El viento rozaba las ramas y desprendía un hilo de música suave que sonaba de cerca y de lejos. Era un mundo maravilloso, al caminar te quedabas encantado. Hombres y mujeres avanzaban de la mano haciendo de la felicidad su primer patrimonio.

Según cuentan, no siempre fue así. Parecía que la vida fuera un pulso entre sexos. Despiertas del todo, sin beso de ningún príncipe, las mujeres no pensaban en un hombre para ser rescatadas o salvadas. Tampoco en convertirse en heroínas de ficción, guerreras, que traten a los hombres como meros objetos. Las revanchas son difíciles de aceptar para una mentalidad humanística.

En este país, se creó un proyecto conjunto de vida en común, donde los hombres y las mujeres compatibilizaban su vida afectiva y profesional de una forma equilibrada. En esta tierra, los príncipes no son azules, pero no dejan de ser extraordinarios, y están en igualdad de condiciones que las princesas. A veces son ellas las que acuden en caballo al rescate de su amado en peligro, sin que nadie se sorprenda por ello.

Aquí en Utopía todos tendemos hacia ser una persona completa, aquella que integra en ella misma toda su riqueza. Esa que comparte con los demás para no renunciar a las historias de amor y a la felicidad.

Terminemos con esta historia interminable. Las semillas están preparadas para revolotear con el viento, muchas de ellas serán nuevos árboles. Nuestro mundo está lleno de naturaleza, de sombras y de luces. Intentemos que ninguna planta sufra en la creación de este nuevo cuento. Ese que transmitiremos a nuestras hijas e hijos, donde también existirían las hadas, las princesas, príncipes y sapos. La diferencia de estos relatos es el nuevo mensaje “escúchate y quiérete”.

Esperando el otoño. Quiero observar como crecen las semillas, que entran en lo más profundo de la tierra, para subir a lo más alto del cielo, hasta convertirse en árboles con formas diferentes. Un mundo maravilloso, lleno de vida. ¿Te apuntas?. Bienvenidos a Utopía donde todo es posible.

Inma Díaz.

Texto inspirado en

La historia interminable de Michael Ende.

Los Rostros de Eva. Cómo despertar la Diosa que hay en ti.

El último árbol. María Quintana Silva y Silvia Álvarez.

Todo empieza con una semilla. Laura Knowles y Jennie Webber.

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