¿La vida es bella? o ¿Quiero ser bella?

“Pasamos toda la vida mirándonos a través de las expectativas de los demás, llegando hacerlas propias. Mientras la mujer lucha por ser independiente y empoderada, se ha aliado con su mayor enemigo, el espejo del yugo de la apariencia. Nuestra autoestima es un valor volátil, cuando hacemos protagonista al parecer y no al ser. Cultivar eso que nos hace diferentes debería ser nuestro único desafío.” Inma Díaz.

Influenciados por reclamos publicitarios, internet, las redes sociales, el cine, la televisión … Hace que tengamos la percepción que estamos por debajo de la media. Este bombardeo mediático establece una serie de cánones que se reflejan en una imagen corporal única e idílica. A veces llenamos nuestra cabeza con complejos e inseguridades que necesitamos mitigar con la aprobación de los demás. Intentamos que nuestros cuerpos se adapten lo más posible a esa imagen de mujer perfecta con las míticas medidas 95 (90)-60-90.

La preocupación por nuestro aspecto es algo que acompaña a las mujeres desde la pubertad. Da igual que acabes de salir del gimnasio, o estés en la piscina, o acabes de ser madre, siempre queremos estar impecables, y si es necesario consumimos maquillaje, waterpoof, pastillas para adelgazar, cremas milagrosas, cirugía estética …

La belleza se ha convertido en sinónimos de poder para pertenecer a la élite. Para ser una mujer triunfadora hay que estar delgada, atractiva, joven … Estamos atrapadas en el deseo de ser femeninas y admiradas. Obsesionadas con el físico, nos pasamos horas en el espejo, analizando los rasgos y obsesionadas con aquellos atributos que no coinciden con el ideal (canas, arrugas, celulitis …).

Mientras la mujer lucha por ser independiente y empoderada. Se ha aliado con su mayor enemigo, el espejo del yugo de la apariencia. Que la invita alcanzar la perfección a través de la industria de la belleza.

Con este artículo, no quiero decir que no sea importante cuidarse. Creo que es algo vital para nuestra salud física y mental. Pero si estoy en contra de toda tiranía. Este texto es una invitación para reflexionar. En mi opinión, cada persona debe encontrar su propio ideal de belleza, ese donde su autoestima esté en calma. Encontrando su verdadera identidad donde el protagonista sea el ser y no el parecer. Cultivar eso que nos hace diferentes debería ser nuestro único desafío.

Inma Díaz.

Anterior
Anterior

Amar sin sufrir es una auténtica obra de arte.

Siguiente
Siguiente

La historia interminable.